Fecundación in vitro con semen de la pareja o de donante

La fecundación in vitro consiste en la extracción de óvulos del útero femenino con el fin de ponerlos en contacto con los espermatozoides dentro de un medio de cultivo adecuado y ajeno al organismo de la mujer para su correcta fecundación. Una vez fecundado, el óvulo se introduce de nuevo en el útero para que continúe su desarrollo natural. En definitiva, se trata de un proceso que imita a la fecundación convencional, aquella que ocurre de forma espontánea en el interior del cuerpo de la mujer, de forma segura y con un porcentaje de éxito elevado.

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Fiv con semen de la pareja o de donante

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Esta técnica de reproducción asistida está indicada para mujeres con alteraciones morfológicas como la obstrucción de las trompas de Falopio, para quienes padecen afecciones como la endometriosis, cuando la producción de óvulos es baja o su calidad deficiente, así como otro tipo de problemas que impidan la fecundación, de forma natural, en el interior del útero materno. Si la esterilidad es severa y de origen masculino, lo recomendable es acudir a la técnica de microinyección espermática o ICSI, ya que la fecundación in vitro convencional precisa una cantidad suficiente de espermatozoides, o bien utilizar un semen de donante que cumpla con unos adecuados criterios de calidad.

La fecundación in vitro precisa de un paso previo que es la estimulación de los ovarios mediante hormonas suministradas a través de medicamentos por vía subcutánea, de tal forma que pueda obtenerse más de un óvulo, asegurando así el éxito del proceso.

Una vez se ha alcanzado satisfactoriamente la estimulación ovárica, el proceso se desarrolla en cinco pasos: la extracción de los óvulos por punción y aspiración de los folículos ováricos con sedación y guiada ecográficamente, preparación e introducción de la muestra de semen en el laboratorio para su valoración y procesamiento, la fecundación, proceso mediante el cual, en el caso de la fecundación in vitro convencional, se ponen en contacto los espermatozoides con los ovocitos para que se fecunden de forma espontánea; la selección de embriones de mayor calidad y la transferencia de los mismos al útero materno.

Aquellos embriones que no han sido transferidos pueden ser congelados sí así lo desean los pacientes.

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