Hemos obtenido un 64% de tasa de embarazo que supera la media con fecundación in vitro

  • Dr. Daniel Ordóñez / Especialista en Ginecología y Obstetricia y director de la URHA
  • Dra.Yolanda Cabello / Embrióloga Clínica y directora del laboratorio de la URHA del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo 

Acaban de presentar en el «World Controversies in Obstetrics, Gynecology & Infertility» el protocolo de mejora de la calidad embrionaria en pacientes sometidas a procesos previos de fecundación in vitro. ¿En qué consiste?

-Las pacientes que van a pasar por un proceso de fecundación in vitro (FIV), deben ser estimuladas hormonalmente para conseguir un número aceptable de óvulos de buena calidad y que puedan ser fecundados con el semen de su pareja si la tienen o de un donante anónimo. A pesar de la estimulación, algunas pacientes no consiguen o bien un buen número de óvulos o sí un número de óvulos normal, pero no son capaces de tener unos embriones de buena calidad para que luego sean transferidos a su útero y no logran el ansiado embarazo. Cuando se hacen varios tratamientos y la mala calidad de los embriones se repite, normalmente se achaca esa calidad al óvulo y la recomendación es el cambio de ese gameto y por tanto, entrar en un programa de recepción de óvulos de donante. En mujeres mayores de 40 años, es algo más común de lo que se cree, tanto por la baja respuesta como por la baja calidad embrionaria y por la alta tasa de aborto o posibles anomalías en el futuro niño. Sin embargo, en mujeres más jóvenes que tienen un buen número de óvulos y que no son capaces de conseguir embriones de buena calidad, es muy duro el paso de poder tener un hijo con su genética y tener que aceptar óvulos de otra mujer. Por ello, en ese tipo de pacientes que no aceptan el cambio de sus gametos sin hacer un último intento, decidimos hacer un cambio drástico en la forma de estimular su ovario, ya que en nuestra opinión, no existe un protocolo estándar y la reproducción asistida se trata de una medicina muy personalizada.

-¿Qué particularidad presentaban las pacientes que se sometieron al estudio y cuáles eran sus características?

-Empezamos a poner en marcha el protocolo de estimulación en 2012. Al principio en pocas pacientes, ya que no recibíamos un gran número de mujeres que tuvieran todas las características que nos hicieran pensar que el problema para no lograr el embarazo fuera por su mala calidad embrionaria. Primero había que descartar fallos de implantación, problemas inmunológicos, trombofilias o algún defecto en su útero. Agrupamos a todas las pacientes con un número de ovocitos superior a 4 considerados como normo-respondedoras y que habían realizado al menos 2 ciclos previos de FIV con un número aceptable de ovocitos, mala calidad embrionaria y sin lograr embarazo y fueron tratadas con suplementos de andrógenos. Se utilizó un protocolo que empezaría desde la fase lútea media del ciclo anterior hasta el final de la estimulación. Es algo muy sencillo, ya que sólo implica la aplicación de parches o un gel, además de utilizar un protocolo de estimulación ovárica más largo, protocolo ya más en desuso a favor de otros más nuevos que implican menos días. La terapia con andrógenos se está usando desde hace años en pacientes con baja respuesta, dando buenos resultados, por lo que pensamos que la androgenización del ovario en fases previas del crecimiento folicular, además de poder aumentar el número de ovocitos maduros susceptibles de ser fecundados, podría aumentar su calidad y la consecuente calidad de los embriones obtenidos a partir de los mismos. Estamos estudiando los niveles de andrógenos en los primeros días de ciclo para correlacionarlos con su respuesta ovárica y la calidad embrionaria obtenida.

-¿Qué resultados han obtenido?

-A la hora de presentar la comunicación para el congreso contábamos con los resultados de las primeras 14 pacientes incluidas en el estudio. Ahora tenemos ya resultados de unas 15 mujeres más, obteniendo resultados similares a los presentados. Los resultados presentados consistieron en pacientes con una media de edad de 38 años, en las que se obtuvieron 7,6 ovocitos de media, se transfirieron 2 embriones de buena calidad por paciente, en algunos casos hasta hubo excedente de buenos embriones para criopreservar , la mayoría de ellos se transfirieron en estadio de blastocisto, o sea, en día 5 de desarrollo embrionario gracias a la técnica de time-lapse, que nos ayuda a seleccionar los embriones de mejor calidad, llegando a ese día embriones con mayor capacidad de implantación y obteniéndose un 64% de tasa de embarazo, lo cual supera la media nacional y más teniendo en cuenta, que se trataba de pacientes con una expectativa muy baja de éxito.

-Dado que los resultados obtenidos han sido muy esperanzadores, ¿cuál es el siguiente paso?

-Para poder llegar a conclusiones más firmes, seguimos incluyendo pacientes con las características adecuadas para considerar que tienen un problema de calidad embrionaria y a las que pensamos que este protocolo de estimulación puede ayudarles. Lo importante en esto, como en la medicina en general, es no crear falsas expectativas y nunca prometer que conseguirán un embarazo, porque por desgracia, no es una ciencia exacta, pero al menos poner todo de nuestra mano para conseguir ese sueño tan perseguido. El siguiente paso es reunir todos los datos con mayor número de pacientes y elaborar un artículo científico.

-Antes de empezar un tratamiento de este tipo, ¿la segunda opinión es habitual en esta especialidad?

-Como en todas las especialidades médicas, los pacientes muchas veces van a otro centro en búsqueda de lo que quieren oír. Nuestra especialidad no es diferente, ya que no tratamos una enfermedad como tal y existen muchos centros hoy en día. El deseo de maternidad o paternidad es tan grande que cuando no se consigue, puede acabar siendo un problema psicológico que se puede incluso somatizar. Lo importante en nuestra opinión, es no crear falsas expectativas y siempre hablar de resultados y posibilidades reales dependiendo de cada caso individual, por lo que si no pensamos que algo les puede funcionar, no lo hacemos, aunque eso implique la pérdida del paciente.

-¿Cómo se prepara a una mujer a la hora de someterse a alguna de las técnicas de reproducción asistida?

-Después de la primera visita donde valoramos antecedentes, si han realizado tratamientos en otros centros, si consideramos que les falta alguna prueba o analítica más, acuden a consulta de resultados y estudiado el caso, se les aconseja un tipo de técnica u otra y un protocolo de estimulación personalizado. Teniendo en cuenta el ciclo menstrual de la paciente y el protocolo seleccionado, hacemos la programación del ciclo y empezamos en cuanto los pacientes deseen. En ese momento, siempre tendrán apoyo médico y psicológico para todas las fases del tratamiento por si surgen dudas. Una vez deciden empezar, todo es relativamente rápido y lo que más se aprecia es el trato personalizado y que siempre haya alguien al otro lado que conozca su caso.

-Poco a poco la mujer ha ido «retrasando» en parte la vejez. Y hoy día el cuerpo de una mujer de 30 no es como el de nuestros antepasados. ¿Ocurre lo mismo cuando hablamos de fertilidad?

-Hoy por hoy la reserva ovárica y la calidad ovocitaria siguen disminuyendo a partir de los 35 años. El aspecto físico estupendo que tienen las mujeres hasta edades avanzadas, por desgracia aún no acompaña a la fertilidad. Por ello, se aconseja la preservación de la fertilidad antes de esa edad, o sea, la criopreservación de óvulos con fines sociales, esto quiere decir que cuando las condiciones profesionales y personales acompañen el momento de ser madre, se pueda conseguir sin tener que recurrir a óvulos de donante y sin tener un aumento de posibilidades de tener mayores problemas cromosómicos asociados a la edad, siendo el más conocido el Síndrome de Down. Tal vez en cien años la evolución acompañe y de la misma manera que van desapareciendo las muelas del juicio, las menopausias se retrasen 10 años, pero hoy en día aún no estamos en esa situación.

-¿Qué otros factores pueden influir en el éxito de la reproducción asistida?

-Hoy en día el estilo de vida, la alimentación, el estrés, la contaminación ambiental y muchos otros factores son importantes en la fertilidad. De igual manera, cuando unos pacientes van a someterse a alguna técnica de reproducción, tienen cuidar más esos aspectos. El estrés de estar sometidos a tratamientos de este tipo puede tener consecuencias emocionales negativas añadidas tanto para la paciente como para la pareja si la tiene. Lo primero que se debería hacer es concienciar a la sociedad de que la fertilidad tiene fecha de caducidad y que si se va a retrasar la maternidad, es importante la preservación de óvulos. Lo importante es elegir un buen centro donde se sientan bien atendidos, acompañados y que les dé confianza y que se seleccione la técnica más adecuada en cada situación. La medicina personalizada en este caso, toma su mayor expresión. Cada paciente es diferente y por tanto, su tratamiento también lo tiene que ser.

-¿La fecundación in vitro es, en la actualidad, la responsable del aumento de partos múltiples?

El éxito de las técnicas de fecundación in vitro es el bebé único nacido sano, ya que los partos múltiples no se consideran el resultado deseado. Siempre que haya transferencia de más de un embrión, existe la posibilidad y el riesgo de que implante más de uno y por tanto, se consiga una gestación múltiple. Durante los últimos años, se está viendo un cambio en la política de transferencia embrionaria, gracias a la mejora de los medios de cultivo, los equipos de laboratorio, los tratamientos o la revolución de las técnicas de criopreservación embrionaria, de manera que la tendencia a transferir un solo embrión está creciendo. Según los últimos datos presentados por el Registro Nacional de Actividad en Reproducción Humana Asistida- Registro SEF, registro reconocido como oficial y obligatorio por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, las transferencias de embrión único han aumentado hasta alcanzar el 25,4% en transferencias con óvulos propios respecto al 9,8% que se había registrado en 1998 y en óvulos de donante ha pasado del 3,1% en 1998 al 23,7% en 2014. Además, han desaparecido las transferencias de más de 3 embriones y las de 3 están en sus mínimos, tanto en embriones conseguidos con óvulos de donante como con propios. No todos los casos son adecuados para transferir un solo embrión sin que se vea comprometida la tasa de embarazo, por ello, siempre hay que valorar si la paciente ha pasado por ciclos previos, sus características médicas y si los óvulos de los que proceden los embriones son propios o donados para decidir el número de embriones a transferir. El equipo médico asesora en cada caso, pero en última instancia, deciden los pacientes y a veces es difícil convencerlos de que lo mejor es transferir un solo embrión y seguirán teniendo las mismas oportunidades de embarazo que transfiriendo dos, sobre todo en pacientes que ya han pasado por varios intentos previos, que lo que quieren es conseguir un embarazo a pesar del riesgo de un embarazo múltiple.

La buena noticia es que ahora mismo se sigue manteniendo la tendencia a la disminución de la tasa de parto múltiple en nuestro país como en los últimos años, habiéndose conseguido un 20,4% en general en 2014, la tasa más baja de la historia de la reproducción en nuestro país.

-¿En qué casos es necesario realizar un diagnóstico genético preimplantatorio?

-El diagnóstico genético preimplantacional o DGP tenía unas indicaciones en el pasado distintas a las que tiene ahora. Se indicaba en casos de enfermedades ligadas a algún gen o cromosoma en concreto, en enfermedades ligadas al sexo, abortos de repetición, fallos de implantación, edad materna avanzada, pero hoy en día muchos pacientes desean realizarlo aunque no tengan una clara indicación simplemente por el hecho de asegurarse que el embrión que se va a transferir no tiene ninguna de las enfermedades genéticas estudiadas y no tener que esperar al diagnóstico prenatal y tener que tomar una decisión difícil ya con el embarazo conseguido. Teniendo en cuenta que no todas las anomalías fetales pueden ser diagnosticadas por DGP y la mejora continua en técnicas de biopsia embrionaria, abaratamiento de costes y mejora de los resultados puede llegar a ser una técnica estandarizada en todas las pacientes que se sometan a una fecundación in vitro, como ya está ocurriendo en países como Estados Unidos, donde ya se está realizando casi a la totalidad de pacientes de FIV.

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